Reseña:
Kanan: The last padawan
de Greg Weisman y Pepe Larraz

jueves, 4 de mayo de 2017

La paz reinaba en la galaxia, hasta que Disney atacó. Ya que hoy estamos a 4 de Mayo, (“may the fourth be with you”) qué menos que traer una reseña de Star Wars.

Quizá algunos conocéis varios shows o dibujos sobre La guerra de las galaxias. (Las guerras clon, e incluso he visto por ahí a Yoda en Lego.) El cómic de Marvel del que vengo a hablaros hoy cuenta el pasado de Kanan Jarrus (o Caleb Dumas), antes de ser uno de los protagonistas de la serie animada: Star Wars Rebels.

En especial, (pues en España, Planeta Cómic ha traído los dos tomos) os diré todo lo que tenéis que saber del primer tomo. El título (y la trama) podrían confundirse con “Avatar: The last airbender”, y aunque no es demasiado original, la historia y sus personajes enganchan a niveles universales.

En los seis capítulos que compone el primer volumen, se nos muestra como el Kanan del presente, en plena misión rebelde contra el Imperio galáctico, rememora su entrenamiento como padawan de (la asombrosa) Depa Billaba.

Años atrás, antes de apodarse con el nombre de Kanan Jarrus (detalle que se descubre en los cómics), el pequeño Caleb Dumas era un mero pupilo que viajaba con su rígida maestra jedi. Me sorprendió ver la buena comunicación que había entre ambos personajes. Ya que en esta saga tan grande, no se suele ahondar mucho en ese tema de confianza o simplemente se obvia.


Las primeras páginas son purpurina hasta que (Surprise rebel scum!) se da la orden 66. En ese momento, los clones a los que habían ayudado en la batalla, cambian de bando irremediablemente, traicionando a Billaba y Dumas. (¡Es una trampa! Digo, ¡se avecinan spoilers!)

Billaba sacrifica su vida para salvar la de su padawan y se enfrenta a los clones enemigos. No es fácil para Caleb huir y abandonarla a su suerte, pero si no lo hacía estaba claro que no iba a sobrevivir. En su huida, escucha el último grito de dolor de su maestra antes de morir. Escena que le perseguirá el resto de su vida, escena que le cambiará para siempre.

Los días pasan, y a pesar de ser un buen padawan talentoso, con sus dudas, su enorme ego y su destreza con la espada láser. Caleb no sabe sobrevivir por sí solo, y peor aún, como un fugitivo del Imperio. (Cartelito de “Se busca”, con su careto a juego.)

Apenas siendo un niño, para subsistir, Caleb Dumas cambiará su nombre, su identidad y aparcará la espada láser de lado para aprender a robar y crecer pilotando naves. Además de construir un odio infundado a los soldados imperiales, en su viaje callejero conocerá nuevas amistades (algunas mejores que otras) que le llevarán a ser todo lo contrario de lo que debió haber sido. Después de todo, podemos decir que no llegó a completar su entrenamiento para convertirse en jedi. En efecto Kanan Jarrus era, el último padawan.

Más tarde, sabremos como Kanan forma parte de Star Wars Rebels. Junto con una banda de rebeldes, que se dedican a hacerle la vida imposible a todo aquel que forme parte del Imperio de Palpatine.

Las portadas y contraportadas, así como las peleas o las presentaciones de cada personaje, son realmente estéticas y atractivas a la vista. Larraz, el historietista español ha dejado toda su marca y su alma en cada escena. Aunque el precio por este cómic parezca un poco subido de tono, os diría que no os arrepentiréis de haberlo comprado. (Las páginas extras no tienen desperdicio.) El dibujo es espléndido, la trama es dramática, envolvente como el sonido de una cascada y bastante divertida a pesar de la tragedia (y los cameos, no olvidemos los cameos).

La acción supera la ficción, pero lo mejor de todo es que nos da un nuevo punto de vista «más humano», que quizá no conocíamos hasta ahora.

Esta guerra, sin duda, se merece mis cuatro estrellas.

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1 comentario

  1. Os sigo por la página de facebook y siempre me ha llamado la atención, de este cómic me han hablado muy bien además, pero eres la primera mujer que veo que lo recomienda y muy bien hecho incluso, así que me los leeré. ¡A ahorrar! Sigan así. ��

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